sábado, 12 de enero de 2008

"BEN EN EL MUNDO" DE DORIS LESSING


Decir simplemente que esta novela es la continuación de "El quinto hijo" sería una crueldad y no le haría justicia.

Especie. Del latín species. Femenino. Según la primera acepción de la Real Academia Española es el conjunto de cosas semejantes entre sí por tener uno o varios caracteres comunes. Pero ¿que hace que individuos tan dispares como tu y yo pertenezcamos a una misma especie? Seguramente, un biólogo tendrá una respuesta científica (que no exacta): el ser mamíferos, bípedos, con habilidad social,... Seguramente, un miembro del Ku Klus Kan tendrá otra respuesta totalmente diferente y que no quiero ni imaginar.

Todos los personajes que intervienen en "Ben en el mundo" o en "El quinto hijo", en algún momento, se formulan la siguiente pregunta: ¿es Ben Lovatt un ser de nuestra misma especie? La diferencia, física o psíquica, real o imaginaria, del protagonista nunca deja indiferente. Siempre quiebra la tranquilidad y genera desasosiego. Habrá quienes contestaran afirmativamente a la pregunta y otros negativamente. Sus reacciones son parte fundamental de la novela.

También es importantísima la percepción del mundo desde la perspectiva de Ben: el diferente, el raro, el especial,... Sus filias y fobias, sus sentimientos, sus reacciones ante situaciones diferentes y, sobre todo, su necesidad de pertenencia a un grupo. Seguramente, todos recordamos, hasta con cierta vergüenza, las cosas que hemos hechos en nuestra pubertad por sentirnos integrados en un grupo. Es parte del proceso de socialización del ser humano (dicen los que entienden). Ben Lovatt se ve física y psíquicamente privado de ese proceso, con un elevado coste.

Aunque, al igual que en "El quinto hijo", el personaje principal vuelve a ser Ben Lovatt; el pulso de la novela es totalmente diferente. Mientras en la primera novela la tensión emocional es creciente ante la evidente destrucción de la armonía familiar y la asocialización irremisible de Ben; en esta nueva obra encontramos a un personaje más "humano", con sentimientos, capaz de amar y de odiar.

Después de leer el libro, si se te ocurre decir ante alguien como Ben Lovatt que "la vida es una mierda", entenderás que te conteste: "Si, pero para algunos mucho más que para otros". Leer te ayudará a vivir tu vida y, a la vez, la de muchos otros que jamás llegarías ni a conocer.

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