lunes, 18 de agosto de 2008

"EL SINDICATO DE POLICIA YIDDISH" de MICHAEL CHABON


Si se aparea la mejor ficción con la novela negra clásica, obtendremos "El sindicato de policía yiddish".

Desde mi ignorancia, a veces me pregunto que es lo que hace buena a una novela. ¿Una historia interesante?, ¿unos personajes bien desarrollados?, ¿una correcta ambientación de ambos elementos?, ¿la técnica del autor?,...¿una combinación de todos los anteriores?. No conozco la respuesta, pero si puedo afirmar que la obra Michael Chabon reune todos los elementos anteriores.

Crear un mundo ficticio totalmente distinto al actual (ciencia ficción) debe ser sumamente difícil, pero crear una realidad alternativa a la actual (ucronía) y que resulte creíble, según nuestros parámetros actuales, ha de ser lo aún más. Michel Chabon inventa el distrito de Sitka, ubicado en Alaska, en el que se permite vivir temporalmente, bajo de protección norteamericana, a la comunidad judía exiliada. A partir de esa idea, imagina como será todo el modo de vida de los allí desplazados, desde lo más íntimo del ser humano (pensamientos, sentimientos, inquietudes,...) a lo más mundano (urbanismo, política, expresiones coloquiales,...)

En ese contexto ubica a los personajes clásicos del género policíaco: poli fracasado de inteligencia y capacidad superior a la media (Meyer Landsman), poli bueno (Berko Shemets), víctima desconocida con pasado relevante y revelador (Emanuel Lasker¿?),... Se trata de personajes bien tratados, con profundidad y novedosos por su ubicación espacial y temporal (Sitka, a punto de finalizar el periodo permitido para su ocupación, preparándose para una nueva diáspora).

Una historia rápida e interesante en todo momento. Dicen sus críticos que "al estilo cómic". Si tal calificación es peyorativa, discrepo; simplemente bien planificada y bien desarrollada. Un estilo conciso, preciso y claro, recurriendo con cierta frecuencia a un diálogo entre personajes, envolvente y lleno de sobreentendidos, que poco a poco ayudan a recrear sus relaciones interpersonales.

En resumen, novela sobresaliente. Yo no me la perdería.

domingo, 17 de agosto de 2008

"LO QUE SE DE LOS VAMPIROS" de FRANCISCO CASAVELLA

Martín de Viloalle, español, de ascendencia noble, proyecto fracasado de jesuita, viaja erráticamente por toda Europa ejerciendo muy diferentes oficios: dibujante, pícaro, preceptor de príncipes daneses y, sobretodo, ayudante de un sinvergüenza y acabado Maestro Masón, el señor de Welldone. España, Roma, Prusia, Dinamarca, París,... son los escenarios por los que se desarrolla la historia de la novela, retratando la vida de la decadente nobleza española o de un noviciado, la picaresca romana, las logias masónicas, las cortes absolutistas o la política en el periodo revolucionario francés.

La novela mantiene dos hilos argumentales: por un lado una relación amorosa interrumpida en Roma, que tras décadas y miles de kilómetros continua en el París revolucionario (tanta casualidad parece más bien propia de un folletín romántico); por otro lado la intrascendente, caótica y sin sentido vida errante de Martin de Viloalle y su cómico-filósofo compañero.
Considero que la novela contiene decenas o cientos de páginas innecesarias, que no aportan prácticamente nada ni a la trama, ni a la caracterización de los personajes o del escenario en que estos se sitúan. Tal vez la mediocridad y la falta de decisión del personaje principal invaden todo el relato, pero que largo y pesado. La novela no tiene un mal inicio, pero una vez superada la fase romana entra en un desarrollo anodino. Hasta la llegada de Martín al París revolucionario, la novela no recupera su interés, evitando el hastío y una nueva muesca en el revolver de lecturas inconclusas.

Finalmente, será que me vuelvo mayor, pero hay frases y hasta párrafos enteros que tras releerlos sigo siendo incapaz de comprenderlos. Supongo que son cosas de la edad, de la falta de imaginación o de sensibilidad.

En definitiva, considero que esta obra no reune los requisitos mínimos para ser recomendada, ni es lo suficientemente mala como para abandonarla una vez iniciada su lectura.

domingo, 3 de agosto de 2008

"EL PERFUME" de PATRICK SUSKIND


Prácticamente el único inconveniente que tienen los viajes son las tediosas horas de avión. ¿Cómo hacerlas más llevaderas? Indiscutiblemente leyendo. En los aeropuertos siempre busco algo fácil, de bolsillo, no muy actual...es decir, si me gusta y puedo acabarlo, fantástico; de lo contrario, no pasa nada.

Esta vez me iba a Berlín. Unas 5 horas de avión así que tenía que ser algo breve. Entré en el kiosco-librería-tienda de juguetes y golosinas y compré el primer libro de bolsillo finito, ni romántico, ni de ciencia ficción. "El perfume". En el fondo es como una lotería, lo que si no aciertas te da el viaje.

El libro de marras ha vendido cientos de miles de ejemplares y ha sido llevado al cine (Dustin Hoffman). No son referencias suficientes para garantizar una buena lectura, pero al menos no debería ser un "pestiñazo". La idea inicial del libro no me pareció mala: un niño inodoro, que nace en el lugar más pestilente de París, sobrevive a una muerte segura y sale adelante gracias a un olfato excepcional, superior al de cualquier otro ser vivo.

Fue lo único que me gustó del libro. A partir de ahí, de mal en peor. Hasta la ficción debe ser creíble ya que de lo contrario es imposible entender los personajes, las situaciones, el desarrollo de la trama,... Ese es el gran problema del libro. A cada página debe aumentar el absurdo de las situaciones para mantener el supuesto interés en la trama, llegando a la apoteosis en las páginas finales con bacanales multitudinarias provocadas por una gota de perfume o orgías carnívoras.

Con independencia del libro, deciros que Berlín es espectacular. Una ciudad moderna como pocas, que ha sabido reinventarse a partir de sus cenizas. Una arquitectura moderna interesantísima (visita obligada al Reistag y su cúpula y a Postdam Platz) y unos museos espectaculares. Por eso la imagen de este "post" la dedico a Berlín y no a este libro cuyo título ya ni recuerdo