Cuando leí el primer libro de Harry Potter, atraído por el interés de mi hijo, la revuelta mediática y la estúpida crítica vaticana, aseguré que había saciado mi curiosidad y prometí que no leería ninguno más. Incumplí y he ayudado regularmente a incrementar la cuenta corriente de su popular autora.
Solemos adjetivar despectivamente a determinadas lecturas como "juveniles". Normalmente se trata de historias participadas por jóvenes que gracias a su valor y honestidad superan las adversidades; mundos imaginarios repletos de humanos con extrañas habilidades, seres mitológicos, objetos animados,... Si a lo anterior añadimos la formula: (Recursos típicos+narración lineal+ emoción y suspense) x buena campaña de marketing, obtendremos un gran best seller. Parece sencillo pero no debe serlo ya que de lo contrario todos habríamos ganado millones de euros vendiendo libros.
Las historias de Harry Potter recuerdan a los programas del corazón de la televisión: nadie reconoce verlos pero disfrutan de unos porcentajes de audiencia envidiables y sostenidos en el tiempo. Trescientos cincuenta millones de copias (escríbelo con números y verás cuantos ceros hay: 350.000.000) traducidas a 65 idiomas merecen un respeto. ¿Son posibles las cifras de ventas anunciadas con sólo lectores adolescentes? Yo creo que no...aunque todo es posible (pero no probable).
Nunca me atrevería a criticar un libro. Mucho menos una saga que ha aficionado a miles o millones de jóvenes a la lectura. Algunos de los lectores mágicos de hoy, llegarán a disfrutar de García Márquez o Roberto Bolaño. O tal vez, no...pero da igual mientras disfruten de la lectura.
¿Y del libro que? Poco que decir que ya no se haya dicho. Adolescentes que pasan a la edad adulta y deben enfrentarse a los problemas sólos, sin la ayuda y protección de sus predecesores. Magia, emoción, suspense...y una lucha final, que no es la escabechina de personajes principales que se había anunciado. La serie, igual que las películas, se ha vuelto con los años más oscura y tenebrosa. Tal vez por que sus lectores primarios han ido creciendo y sienten esa atracción juvenil por el "lado oscuro".
Seguro que ninguno de los que hemos leído los libros del señor Potter nos hemos sentido engañados,... sabíamos lo que habíamos comprado y es lo que hemos encontrado.