
Si se aparea la mejor ficción con la novela negra clásica, obtendremos "El sindicato de policía yiddish".
Desde mi ignorancia, a veces me pregunto que es lo que hace buena a una novela. ¿Una historia interesante?, ¿unos personajes bien desarrollados?, ¿una correcta ambientación de ambos elementos?, ¿la técnica del autor?,...¿una combinación de todos los anteriores?. No conozco la respuesta, pero si puedo afirmar que la obra Michael Chabon reune todos los elementos anteriores.
Crear un mundo ficticio totalmente distinto al actual (ciencia ficción) debe ser sumamente difícil, pero crear una realidad alternativa a la actual (ucronía) y que resulte creíble, según nuestros parámetros actuales, ha de ser lo aún más. Michel Chabon inventa el distrito de Sitka, ubicado en Alaska, en el que se permite vivir temporalmente, bajo de protección norteamericana, a la comunidad judía exiliada. A partir de esa idea, imagina como será todo el modo de vida de los allí desplazados, desde lo más íntimo del ser humano (pensamientos, sentimientos, inquietudes,...) a lo más mundano (urbanismo, política, expresiones coloquiales,...)
En ese contexto ubica a los personajes clásicos del género policíaco: poli fracasado de inteligencia y capacidad superior a la media (Meyer Landsman), poli bueno (Berko Shemets), víctima desconocida con pasado relevante y revelador (Emanuel Lasker¿?),... Se trata de personajes bien tratados, con profundidad y novedosos por su ubicación espacial y temporal (Sitka, a punto de finalizar el periodo permitido para su ocupación, preparándose para una nueva diáspora).
Una historia rápida e interesante en todo momento. Dicen sus críticos que "al estilo cómic". Si tal calificación es peyorativa, discrepo; simplemente bien planificada y bien desarrollada. Un estilo conciso, preciso y claro, recurriendo con cierta frecuencia a un diálogo entre personajes, envolvente y lleno de sobreentendidos, que poco a poco ayudan a recrear sus relaciones interpersonales.
En resumen, novela sobresaliente. Yo no me la perdería.