"Sí recuerdo que el señor Watts se quejaba de que a veces Grace olvidaba concluir las frases con un punto y aparta. Una oración de pronto se interrumpía y dejaba que la mirada se zambullese en un espacio vacío. Cuando él lo planteó, Grace le preguntó: "¿Que preferirías? ¿Sentarte con los pies colgando en el extremo de un muelle o tenerlos metidos en unos rígidos zapatos de piel?" (De "El señor Pip" de Lloyd Jones, el siguiente libro sobre el que escribiré).
Con la excusa del viaje de un elefante asiático desde Lisboa hasta Viena, Saramago nos presenta con ternura y sarcasmo las grandezas y las miserias del ser humano, utilizando los ojos de su cornaca (domador y guía del elefante). El origen indio del personaje acentúa la perspectiva esperpéntica de las múltiples situaciones en las que se ve envuelto, poniendo en solfa al más pobre aldeano, al todopoderoso archiduque de Austria o a la mismísima santamadre iglesia.
No se lo pierdan. Tierno, gracioso, entretenido...siempre con una sutileza impresionante. Con momentos esplendidos siempre protagonizados por el cornaca y su especial forma de ver y entender la vida.Tierno, gracioso, entretenido...siempre con una sutileza impresionante. Con momentos esplendidos siempre protagonizados por el cornaca y su especial forma de ver y entender la vida.
Por cierto, no se pierda el bocado final, seguramente lo mejor del plato.
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